Rusia envió el domingo a su ministro de Relaciones Exteriores a la región georgiana rebelde de Abjasia para mostrar apoyo a los territorios separatistas que Moscú ha reconocido, una visita que Georgia rápidamente denunció como una farsa.
Sergei Lavrov fue el funcionario ruso de mayor rango en ir a Abjasia durante al menos 15 años y su viaje se produce un poco más de un mes después que el Kremlin enviara tropas y tanques a Georgia, causando la condena de los gobiernos occidentales.