Las autoridades norteamericanas lograron detener a dos jóvenes neonazis que pretendían asesinar al candidato demócrata Barack Obama y a un centenar de niños negros en Tennessee.
Los dos jóvenes «skinheads» son Daniel Cowart y Paul Schiesseman, quienes han sido acusados por posesión ilegal de armas de fuego, conspiración para robar dichas armas y formular amenazas contra un candidato a la presidencia de los Estados Unidos.