Hace 40 años “Cachito” Ramírez sacó el pasaporte en la “Bombonera”. Le empatamos a Argentina 2-2 bajo una “lluvia” de botellas
Hoy se cumplen 40 años de una de las jornadas más brillantes, emocionantes y recordadas que ha vivido el fútbol peruano. Fue esa tarde que nuestros bravos muchachos hicieron temblar la “Bombonera” con ese empate 2-2 que nos dio el “pasaporte” al Mundial de México 70. No cabe duda que el 31 de agosto de 1969 ha quedado impregnado en la historia del balompié nacional.
Así comenzó la hazaña
Habían pasado 39 almanaques que fuimos invitados al Mundial de Uruguay. En esta oportunidad la FPF, que presidía el comandante Gustavo Escudero, se propuso planificar seriamente esta opción. El primer y acertado paso fue contratar como entrenador a Waldir Pereyra “Didí”, un hombre con gran recorrido y mucha sabiduría futbolística. El técnico brasileño sabía que en el camino para clasificar a México 70, se iba a encontrar con dos rivales muy bravos. El primero era Argentina por su gran jerarquía y Bolivia por su duro aliado de la altura de La Paz.
Dio la sorpresa
La primera gran sorpresa la dio Bolivia al ganar por 3-1 a Argentina como locales. Los platenses con ese pánico que le tienen al soroche se dejaron asfixiar y perdieron tres puntos que estaban como seguros en su agenda. En ese entonces el equipo albiceleste era dirigido por el “Bocha” Maschio y recibió serías críticas por la caída.
Triunfo grande
El primer paso para nuestra selección llegó con el gran triunfo en Lima frente a los argentinos. Fue con ese inolvidable gol que elaboró, desde la defensa, Chumpitaz. Con un gran pase puso en juego a Perico León, para que hábilmente superara a la zaga y batiera a Mario Cejas. Esa tarde las piezas del equipo de Didí se movieron casi a la perfección. La defensa local neutralizó al “Chirola” Yazalde y apagó todo su poderío. Fue un triunfo espectacular y delirante que abrió la primera ventana para llegar al Mundial.
Chechelev jugó sucio
A Perú le tocó jugar primero de ida con Bolivia. Ese partido fue un verdadero tormento. La escandalosa actuación del árbitro ruso-venezolano Serge Chechelev puso al descubierto un descarado “amarre” contra nuestro seleccionado. No obstante que Didí había tomado la precaución de aclimatar a sus pupilos dos semanas en Arequipa, siempre sufrieron el impacto de la altura en el “Siles Suazo”. En el primer tiempo los bolivianos sacaron ventaja bajo la conducción de Ramiro Blacutt con dos goles en la valla de Rubiños.
Reacción peruana
A los 7´del complemento Roberto Chale, en una gran acción puso el 2-1 y comenzaron a apretar a los del altiplano, poniendo en serios aprietos su valla. Hasta que a los 20´ Gallardo, con un violento zurdazo, desde fuera del área empató el marcador. Grande fue la sorpresa cuando irracionalmente Chechelev anuló la legítima conquista.
Todos los jugadores peruanos se le fueron encima. Se armó un “tole tole” mayúsculo con empujones y pechadas al obeso árbitro, que recibió un cabezazo de Chale. Sin embargo, Chechelev mantuvo su fraudulento fallo. Que se agravó porque en la refriega expulsó del campo al “Cabezón” Mifflin y Nicolás Fuentes. Con nueve hombres fue imposible que el equipo albirrojo recuperara su dominio y tuvieron que resignarse a perder injustamente el encuentro. El rumor que corrió fue que Chechelev había cobrado 10 mil dólares por perjudicar a los peruanos.
Llegó la revancha
En el cotejo de vuelta jugado en Lima goleamos a Bolivia por 3-0. La tribuna enardecida quemó un muñecón que representaba al triste célebre Chechelev. El siguiente capítulo se tornó complicado con el angustioso triunfo de Argentina sobre Bolivia por 1-0 en Buenos Aires. Este resultado obligaba a los platenses a ganar obligadamente a Perú en el choque de vuelta. A esas alturas el cuadro argentino ya tenía como entrenador a Adolfo Pedernera, un cambio que influyó mucho en el elenco.
Empate memorable
La selección llegó a Buenos Aires con la ventaja de haberle derrotado a Argentina en Lima y con la moral en alto. Todos sabían lo temible que era encarar ese desafío en la “Bombonera”. Sin embargo, esa memorable tarde Perú jugó uno de los mejores partidos de sus páginas. Además, contó con la inspiración de “Cachito” Ramírez, quien en dos brillantes oportunidades, luego de superar a su marcador Gallo, batió a Cejas. Aunque Argentina llegó a emparejar el marcador por intermedio de Rendo, y luego con un penal dudoso que anotó Albrecht.
La presión argentina fue insistente sobre la defensa peruana. Sin embargo, la presencia de Chumpitaz, La Torre, Risco y Campos, con la buena actuación de Rubiños en el arco, soportaron ese constante asedio. La rugiente hinchada argentina bramaba en las tribunas y las botellas “llovían” sobre la cancha. Lo más dramático fue ver, casi al final del partido, al árbitro chileno Hormazábal anularle un gol a los argentinos, por una falta contra Rubiños. Ahí quedó sellado el 2-2 que nos dio el “visado” para llegar al Mundial de México 70.
Fuente: TODO SPORT
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