
Escribe: Roberto Gagliardi Ravines
(Batería de Tren Fantasma y Unos Patas)
Si usted desea que sus pequeños toquen la batería, debe tener en cuenta que quizá aquellos no quieran hacerlo o tal vez lo deseen, pero no tengan el talento necesario, lo principal es hacer el intento y no sentirse defraudado. La música es arte y la percusión es, a mi modo de ver, el instrumento más primitivo y al mismo tiempo el más moderno que existe en la música.
La primera tarea que compete directamente a los padres es, a muy corta edad es regalarles un solo tambor. Personalmente tenía un tambor de hojalata de color blanco, lo tocaba con mis lápices de colores que usaba en el colegio, lo recuerdo claramente; es luego de haber estado tocando mi tambor de hojalata, cuando una tarde sentado sobre mi cama con el tambor entre las piernas; tomé la decisión de ser baterista, tendría unos seis años de edad.
Algo muy importante a tomarse en cuenta es darles a los niños las baquetas (palitos) del tamaño y peso acordes con la edad que tienen; hasta los diez años me funcionaron dos lápices de color de buen tamaño.
Si los niños muestran interés con un solo tambor, regáleles luego un juego de tamborcitos de diferentes dimensiones y sonidos; si puede obséquieles una batería de juguete; esta, según mi experiencia, sugiero que debiera de ser sin que tenga dispositivos para accionar las piernas, en esta primera etapa sólo se deberían trabajar los brazos y las muñecas; según mi criterio, sólo debe practicarse con los brazos y muñecas hasta los diez años aproximadamente, luego de lo cual se pasaría a ejercitar las cuatro extremidades en conjunto.
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