La cumbre tuvo lugar en el Palacio de Planalto, sede de gobierno del Brasil, hasta donde Ollanta Humala llegó acompañado de su mujer, Nadine Heredia, en el comienzo de su gira.
El electo presidente peruano afirmó que «Brasil es un modelo exitoso que ha logrado crecimiento económico, con estabilidad macroeconómica e inclusión social», en un nuevo guiño del lider nacionalista al «modelo Lula» en detrimento del modelo chavista. «Brasil es el primer país que estamos visitando en nuestra condición de presidente electo y el mensaje para nosotros es que Brasil es un socio estratégico, un socio importante para el Perú», dijo en una rueda de prensa en el palacio presidencial.
Humala se reunió con la presidente Dilma Rousseff, quien se comprometió a asistir a la ceremonia de investidura el 28 de julio en Perú e invitó al presidente electo a realizar una visita de Estado este año. La agenda bilateral del líder nacionalista de 48 años y Rousseff, una ex guerrillera de 63 años heredera política del izquierdista ex mandatario Luiz Inacio Lula da Silva, incluyó integración regional, cooperación contra el crimen organizado y el narcotráfico y programas sociales, para los que Brasil ofreció cooperación técnica, según explicó el principal asesor internacional de la presidencia brasileña, Marco Aurelio Garcia.
Humala pidió ayuda para desarrollar «la frontera más extensa que tiene el Perú, que es con Brasil y que justamente es la menos dinámica».
A pesar de que su primera visita se dirige a los países del Mercosur: Brasil, Paraguay, Uruguay y Argentina, Humala indicó que Perú no tiene intención de asociarse a ese bloque. «Para nosotros es interesante que Perú se mantenga como observador y participe de esa manera en el Mercosur, sabemos que la principal limitación que tenemos son los tratados de libre comercio» por los compromisos arancelarios que conllevan, expresó.
Por su parte, el asesor internacional brasileño Marco Aurelio Garcia dijo conocer a Humala desde hace años y reconoció que «había una relación de amistad entre el presidente Humala y varios miembros del gobierno» brasileño, aunque aseguró que no hubo «incidencia» en la campaña peruana.
Mañana, el nacionalista conversará en San Pablo con el ex presidente del Luiz Inacio Lula da Silva. Luego, el mandatario electo visitará Paraguay el sábado 11 para conversar con el presidente Fernando Lugo, y el lunes 13 estará en Montevideo, para reunirse con el uruguayo José Mujica.
El martes será recibido en la Casa Rosada por la presidente Cristina Kirchner, en la Argentina; y el miércoles 15 aterrizará en Santiago de Chile para mantener un encuentro con Sebastián Piñera. Ésta es quizá la reunión más esperada si se tiene en cuenta el diferendo histórico entre ambos países por la soberanía de cerca de 35 mil kilómetros de plataforma marina que Chile tomó en la Guerra del Pacífico. Ese conflicto hoy está pendiente de resolución en la Corte Internacional de la Haya.
Tras esta primera gira, Humala se reunirá en Lima con el presidente saliente Alan García, con quien aún no mantuvo ningún encuentro. Se espera que a fines de la próxima semana emprenda un nuevo viaje por los países andinos y Venezuela.