Así sería un ataque de Israel a Irán

ATAQUE ISRAEL A IRAN

«A diferencia del ataque contra el reactor nuclear iraquí de Osirak en 1981, con aviones de combate F-15 y F-16, esta vez Israel no cuenta con un arma muy valiosa y fundamental: el factor sorpresa». Esta es la primera consideración que nos subraya una fuente militar a la hora de plantear escenarios sobre un hipotético ataque de Israel —con o sin ayuda de Estados Unidos— contra las instalaciones nucleares del régimen iraní en Natanz y Qom+ (plantas enriquecedoras de uranio), Arak (reactor) e Isfahán (planta nuclear).

La segunda consideración a tener en cuenta la aporta la experta del Instituto israelí para Estudios de la Seguridad Nacional (INSS,en sus siglas inglesas), Benedetta Berti:

«Un ataque solo retrasaría el programa nuclear iraní. Lo que Israel y la comunidad internacional tienen que hacer es cambiar la voluntad del régimen iraní. Para ello la opción militar es más útil como amenaza que como opción real; la otra parte la tienen que aportar las sanciones».

Tercera consideración: Israel podría llevar a cabo la misión en solitario, pero sería mucho más compleja y menos efectiva dado el blindaje y localización (bajo tierra o dentro de una montaña) de algunas de las instalaciones iraníes. ¿Cómo ayudaría Estados Unidos a Israel?

Con estas tres premisas, he aquí cuatro escenarios a tener en cuenta sobre un hipotético ataque israelí a Irán, con uno que prevalece sobre el resto: un ataque aéreo con un centenar de aviones implicados en un escenario situado a más de 1.600 kilómetros de Tel Aviv.

Ataque aéreo

Al menos 125 aviones y bombas sofisticadas

Fuentes militares estadounidenses subrayaban recientemente a «The New York Times» que la opción de un ataque aéreo sobre Irán supondría la participación de al menos 125 aviones capaces de volar a través de territorio enemigo, repostar en vuelo, neutralizar los cazas iraníes (rusos Mig29s, Su24s, Su25s y los estadounidenses F-4 comprados por el Shah en 1976), desactivar las defensas tierra-aire que Irán tiene emplazadas junto a las instalaciones nucleares y luego, claro, acertar con el objetivo.

Tarea inmensa habida cuenta de que Israel cuenta con una fuerza aérea compuesta principalmente por pequeños F-15E, F-16I y F-16Cs pensados más para defender su espacio aéreo o lanzar ataques contra países vecinos. Así, las fuerzas israelíes necesitarían un refuerzo en aviones de abastecimiento en vuelo (al menos cinco aviones de repostaje), así como bombas capaces de alcanzar los búnkeres donde se encuentran las instalaciones iraníes. Sobre esto último, EE.UU. cuenta con las GBU57 de 13 toneladas —conocidas como «Massive Ordnance Penetrator»—, especialmente diseñada para hacer frente a una hipotética amenaza de Irán o Corea del Norte. La aportación estadounidense de los bombarderos sigilosos B2 también habría que tenerla en cuenta en un hipotético escenario de ataque a Irán.

Se barajan tres rutas: al norte sobre territorio turco y evitando Siria; al sur sobre Jordania y Arabia Saudí, lo que desataría la «gran guerra» soterrada entre Ryad (suní) y Teherán (chií); y la central, que es la más válida por ser la más corta y segura, sobre Jordania —que tendría que dar su beneplácito a Israel— e Irak, país que no cuenta con defensas antiaéreas.

¿Desde otro país?

Negociaciones o desde una base de EE.UU.

Otra de las opciones para disminuir la complejidad del ataque aéreo sería lanzarlo desde otro país. Algo que conllevaría un trabajo previo cuasi perfecto a efectos logísticos. Aquí el papel de EE.UU. vendría dado al ceder sus bases de Al Udeid (Qatar) o Diego García (océano Índico).

También se ha venido especulando sobre algún tipo de acuerdo con un tercer país como Georgia o Armenia desde donde lanzar los ataques, algo que desde el «think tank» INSS lo ven improbable: «¿Qué país se arriesgaría?».

Después del ataque

Misiles balísticos y guerra naval en Ormuz

Según los expertos, el gran handicap del ataque aéreo —«dada su magnitud y que no contaría con el factor sorpresa»— es la reacción en cadena que provocaría. Irán podría utilizar sus misiles balísticos de medio alcance «Shahab 3» que podrían alcanzar un radio de entre 1.300 y 2.000 kilómetros y por tanto llegar a Israel, que respondería con sus «Jericho 3».

«El peor de los escenarios», aseguran la fuente militar que deja abierta la posibilidad de que Israel pudiera utilizar una versión nueva de sus misiles para atacar una instalación vital del programa nuclear iraní. La presencia de buques de guerra iraníes en el Estrecho de Ormuz y la probable de submarinos israelíes es otro factor a tener en cuenta en los momentos posteriores al ataque.

La «guerra secreta»

Ciberataques, asesinatos de científicos…

De no efectuarse el ataque aéreo contra el programa nuclear iraní, podríamos asistir a un recrudecimiento de la «guerra secreta» entre Israel e Irán. Más ataques selectivos, secuestros y asesinatos de científicos o espías, atentados a legaciones israelíes en el exterior, ciberataques contra las instalaciones nucleares… Visto lo cual, el premio Nobel de la Paz y presidente de EE.UU. Barack Obama tiene un gran dilema sobre la mesa ante un hipotético ataque al programa nuclear iraní. Ha asegurado que hay margen aún para la negociación. Por su parte, Israel está impaciente.

«La oportunidad se perdió en 2002 ó 2003», cuenta otro experto en el programa nuclear iraní. «Ahora el programa está muy desarrollado»

Fuente: ABC.es.

Israel ya lanzó dos letales misiles cibernéticos contra Irán

DUQU IRAN

Aunque la escalada bélica contra la amenaza nuclear iraní ha crecido en los últimos días, los intentos del mundo occidental para detener el desarrollo de armas atómicas iraníes se producen hace algún tiempo, debido a la actitud desafiante del presidente Mahmud Ahmedinejad, quien se niega ha mostrar al mundo el desarrollo de su tecnología nuclear. Por ello, Israel lanzó hasta dos ofensivas en un área bélica no tradicional y lanzó dos misiles cibernéticos el Stuxnet, y Duqu, que afectó seriamente sus centrales nucleares.

Israel aún no se adjudica la autoría del ataque y todo el plan de ataque se ha manejado como ultra secreto, pero el misil cibernético se lanzó en el 2010 y éste ingresó a las redes del sistema nuclear iraní dejando graves daños a sus principales centrales y sistemas operativos.

Las propias autoridades iraníes confirmaron el efecto letal del Stuxnet. Unas 16.000 computadoras fueron infectadas por el misil, dijo un alto funcionario de la inteligencia iraní.

El poderoso “virus informático” atacó las instalaciones nucleares y otros sitios industriales en el 2010, y Teherán admitió que afectó un número limitado de centrífugos, un componente clave en la producción del combustible nuclear. Pero Irán dijo que sus científicos lo descubrieron y neutralizaron antes de que causara daños aún más graves.

La agencia noticiosa semioficial Fars atribuyó a un subjefe de inteligencia, identificado como Ahangaran, haber dicho que el virus afectó a 16.000 computadoras, pero no especificó si solamente en Irán o en el mundo.

El segundo misil

En noviembre del año pasado, Irán admitió que había sido víctima de un nuevo ataque cibernético con el troyano Duqu dirigidos a los ordenadores de las empresas de ese país.

Gholamreza Jalali, General de Brigada, dijo que Teherán había desarrollado un software para frustrar los ataques del virus.

Duqu, que se considera como el sucesor del Stuxnet, se disfraza de documento de Word para infiltrarse en los sistemas operativos, ya ha sido detectado Sudán, Irán, Vietnam, India, Francia, Holanda, Suiza y Ucrania.

Según CrySyS Labs, Duqu se aprovecha de una vulnerabilidad de día cero en Microsoft Word, teniendo como objetivo una vulnerabilidad en el kernel de Windows que permite instalar el malware. Cuando la víctima abre el documento de Word, los elementos principales de Duqu se instalan en el sistema, y busca los contactos en los clientes de correo de Outlook o Mozilla Thunderbird y se reenvía en forma de .doc a los contactos de la persona. Como el correo viene de una fuente conocida, tiene más probabilidades de que alguien caiga y abra el documento.

Ciberguerra

Con este ataque Israel dejó en claro que un nuevo campo de batalla se ha abierto para la guerra. Las armas han cambiado, pero las víctimas siguen siendo las mismas.

“El ataque se produjo en junio de 2010 y en realidad nadie sabe quién fue responsable por los daños. Pero la complejidad del virus y sus objetivos no dejan duda de que fue una acción militar”, explica Eugene Kaspersky, presidente de Kaspersky Lab, encargada de seguridad informática a varios gobiernos, y remarcó que “hay una ciberguerra mundial y pocos lo han notado”.

“El Stuxnet no estaba diseñado para atacar un objetivo específico, sino a una determinada clase de sistemas y máquinas de instalaciones nucleares. Y eso fue exactamente lo que hizo”, dijo.

Cibercomandos

Ante estos ataques, Irán desarrolló un ejército cibernético para contrarrestar posibles amenazas de EEUU y otros países, en especial a sus instalaciones nucleares y también de lanzar ataques a sus enemigos.

Según el director de la Organización de Defensa Pasiva de Irán, general Gholam Reza Jalali, anunció que Irán había puesto en marcha un “cibercomando” dedicado a luchar contra posibles ataques de piratas informáticos contra las redes del país.

Y en su primer intento de respuesta fue contra el Banco Hapoalim de Israel que informó un intento de ciberataque de Irán a sus sistemas. Funcionarios del banco dijeron que el golpe fue desarticulado por duras medidas de seguridad y que los hackers no pudieron completar su misión.

Funcionarios de seguridad rastrearon el ataque al Banco Hapoalim desde servidores de Irán.

También sufrieron intentos de ataque el sitio de la Bolsa de Valores de Tel Aviv y de la compañía de aviación israelí El-Al.

Exportaciones peruanas a Brasil crecen 10% en promedio anual en últimos cinco años

PERU BRASIL

Las exportaciones peruanas con destino a Brasil crecieron a una tasa promedio anual de diez por ciento en el período 2006 – 2011, hasta alcanzar un valor de 1,284 millones de dólares el año pasado, informó la Sociedad de Comercio Exterior del Perú (ComexPerú).

Mientras que las importaciones lo hicieron en una tasa de nueve por ciento anual, con un valor de 2,434 millones de dólares.

Explicó que el comercio entre ambos países se vio muy afectado durante la crisis del 2009, cuando las exportaciones se redujeron en 42 por ciento y las importaciones en 30 por ciento.

El crecimiento de las exportaciones puede ser explicado por la expansión de los sectores minero y textiles.

Hay productos como cátodos y secciones de cátodos de cobre refinado, minerales de zinc, camisas de punto con cuello de algodón y apertura delantera parcial para hombres, los demás t-shirt de algodón, entre otros.

En el caso de las importaciones, destacan los bienes de capital y los bienes intermedios, que representan el 46 y 40 por ciento de las importaciones, respectivamente.

Algunos productos son los aceites crudo de petróleo, vehículos de transporte de mercancías o carga, semiproductos de hierro o acero, cargadores y palas cargadores de carga frontal, etc.

Otra causa de este crecimiento es el Acuerdo de Complementación Económica (ACE) N° 58, suscrito con el Mercado Común del Sur (Mercosur), que incluye productos con apéndice “B”, los cuales se han ido desagravando desde la firma del tratado hasta el primero de enero del 2012.

Así, a partir de este año los productos incluidos en el ACE se liberalizaron completamente, lo que generó que todos los bienes enviados por Perú a Brasil ingresen con arancel cero.

En el caso de los envíos de Brasil hacia Perú aún hay ciertos productos sensibles en las categorías “C” y “D” que podrían demorar hasta el 2019 para estar exentos de aranceles.

Comes subrayó que hay un proceso paulatino de liberalización comercial el cual puede ser acelerado.