El Senado de Paraguay destituyó hoy a Fernando Lugo de la presidencia, en el epílogo de un juicio político tramitado por la Cámara de Diputados a raíz de la muerte de 17 personas durante un operativo policial de desalojo de campesinos.
La decisión fue tomada con 39 votos a favor de la destitución y cuatro en contra.
En consecuencia, el vicepresidente Federico Franco asumirá la presidencia de Paraguay hasta agosto de 2013.
Los opositores Partido Colorado, Unión de Ciudadanos Éticos (Unace) y Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA) impulsaron la destitución, al considerar que el gobernante tuvo un mal desempeño de sus funciones.
El desalojo de los campesinos se produjo en la localidad de Curuguaty, a 400 kilómetros al noreste de Asunción, que ocupaban terrenos de propiedad del exsenador del Partido Colorado Blas Riquelme.
El enfrentamiento de estos con la Policía dejó 17 muertos y generó fuertes críticas contra el gobierno y el presidente Lugo.
Tras los hechos de sangre, el gobierno intentó aplacar la crisis política destituyendo al ministro del Interior y al jefe de la Policía local; aunque la medidas no sirvieron para calmar a la oposición que inmediatamente tramitó el juicio político en la Cámara de Diputados.
Ayer, Lugo denunció que detrás del juicio político en el Congreso, que calificó de un “golpe de Estado exprés”, estaba el precandidato del Partido Colorado para las próximas elecciones presidenciales, Horacio Cartes.
«Creo que mi gobierno es aceptable por la mayoría. Están detrás (de su destitución) los que siempre se han beneficiado del poder», dijo Lugo a la cadena Telesur.
Los cancilleres de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), encabezados por su secretario general, Alí Rodríguez, se reunieron en la víspera en Asunción para analizar este caso.
Asimismo, antes del debate en el Congreso, que terminó con la destitución de Lugo, el venezolano Alí Rodríguez, junto con una delegación de cancilleres de la región, se había entrevistado con el presidente del Senado paraguayo, Jorge Oviedo, para buscar una solución a la crisis del juicio político.
Fernando Armindo Lugo Méndez, de 62 años, obispo católico en estado laical, asumió la presidencia de Paraguay el 15 de agosto de 2008, y su victoria significó el término de un periodo continuo de más de 60 años del conservador Partido Colorado.
Lugo se convirtió en el cuarto gobernante paraguayo en enfrentar un juicio político, pues antes los expresidentes José P. Guggiari (1928-1932), Raúl Cubas (1998-1999) y Luis González Macchi (1999-2003) también afrontaron un proceso similar.