El excanciller Manuel Rodríguez Cuadros sostuvo hoy que las legislaciones internas de Perú y Chile que difieran del próximo fallo que emita la Corte Internacional de Justicia de La Haya, respecto a la controversia marítima entre ambas naciones, quedarán derogadas en forma automática.
Indicó que tras la lectura de la sentencia, prevista para el lunes 27 de ese mes, se otorgará «plenamente» a las dos naciones el ejercicio de los derechos de soberanía y jurisdicción en las áreas que la decisión del fuero internacional les asigne.
«Inmediatamente quedarán derogadas todas las leyes chilenas o todas las leyes peruanas que se opongan al fallo. No será necesaria ninguna legislación nacional, ni ninguna declaración jurídica o política de los Estados diciendo que ejecutan el fallo», precisó el embajador.
Refirió, en ese sentido, que no se requiere de «internar jurídicamente» la sentencia, pues la Constitución peruana al igual que la chilena «establecen que el internamiento del derecho internacional, y el fallo es una forma de derecho internacional, se hace automáticamente», y no se necesita de procedimientos legislativos internos.
En declaraciones a RPP, explicó que en los nuevos espacios que el veredicto asigne a cada país, los empresarios, la sociedad civil y el Estado «pueden desarrollar una serie de interacciones de cooperación».
La corte de La Haya emitirá en menos de dos semanas su fallo inapelable en la controversia jurídica en la que Perú pide fijar el límite marítimo, aún no definido en un tratado; mientras que Chile alega que los acuerdos pesqueros de 1952 y 1954 ya zanjaron ese tema.
Rodríguez Cuadros, integrante del equipo jurídico peruano ante La Haya, consideró que no pueden haber mayores discrepancias en las naciones respecto al fallo, debido a que este consistirá en determinar que cada país hará uso de sus derechos de libre jurisdicción en algunas áreas.
«La corte no va a decir: Perú tiene que hacer esto, Chile tiene que hacer esto…, no tiene la sentencia obligaciones a cumplir en el tiempo, simplemente modifica los espacios en que los países practican sus derechos de soberanía y jurisdicción y los empodera para ejercer esos derechos», aclaró.
Sostuvo que pueden hacerse otros arreglos durante el proceso de implementación, con la finalidad de evitar eventuales altercados, cualquier sobresalto en relación con el cumplimiento de las normas internas de cada Estado.
«Y en eso, evidentemente, el espíritu de cooperar y de resolver las cosas de la mejor manera, como se hace ahora, es un requisito indispensable, a mi juicio, para la consolidación de la estabilidad en esta nueva fase de las relaciones», comentó.
El litigio marítimo se resolverá tras seis años de presentada la demanda, y los gobiernos de ambos países se han comprometido a acatar la sentencia del máximo tribunal de Naciones Unidas.
Fuente: Agencia ANDINA.