Despiden a «Chespirito» en funeral privado

FUNERAL CHESPIRITO

Después de una gran confusión entre los medios de comunicación, cerca del medio día arribó la caravana fúnebre para sepultar los restos mortales de Roberto Gómez Bolaños en el Panteón Francés de La Piedad, ubicado en Avenida Cuauhtémoc esquina con Viaducto Miguel Alemán.

Aunque en un principio se había comentado que el acto se realizaría en Legaria, fue a un costado del Hospital Siglo XXI, donde la familia Gómez Bolaños y la viuda Florinda Meza decidieron que se le diera el último descanso a «Chespirito», luego de dos días de homenajes y despedidas por parte de sus fans a nivel internacional.

En una breve pero muy emotiva ceremonia, los seis hijos de Roberto Gómez, sus nietos y amigos íntimos de la familia, despidieron por última vez al creador de los personajes más famosos de la vecindad en un acto donde los medios de comunicación ni los seguidores del comediante tuvieron acceso.

Afuera del cementerio, personas de varios países, algunos caracterizados con los personajes que diera vida el actor y productor Roberto Gómez Bolaños, no perdían la esperanza de que en algún momento se les permitiera entrar al Panteón Francés, pero la espera fue larga y desesperanzadora, ya que la seguridad confirmaba que había órdenes de no dejar pasar al público en general al camposanto.

«Estoy aquí porque fue un hombre muy bueno que dejó un gran legado no sólo a mexicanos sino a todo el mundo. Una labor titánica», describió la señora Irma Martínez, quien acudió a despedir a «Chespirito» con una pancarta en la que le dedicó dos poemas, uno a la torta de jamón y el otro al barril.

Con porras y canciones, el público originario de México, Perú y Brasil, ovacionaron al escritor, «arriba el genio de la comedia, ‘Chespirito'».

«Es injusto que no nos dejaran pasar, sólo queremos despedirnos de un gran hombre que nos hizo reír. Yo lo conocí cuando fue a mi país en 2007», destacó Sergio Alcayaga, quien viajó desde Chile, tras enterarse de la muerte de «Chespirito», el viernes pasado.

LA PRENSA.