Mientras las autoridades gubernamentales justifican la decisión de sacar a las Fuerzas Armadas a las calles para apoyar a la policía en la labor de seguridad durante el paro del 9 de julio, en previsión de que se produzcan actos de violencia, analistas y dirigentes sindicales expresaron su preocupación por esta medida al advertir la falta de preparación de los militares para controlar los disturbios.